No hay dudas: la ingestión de plástico está directamente relacionada con graves problemas hormonales, que afectan a la fertilidad, al estado de ánimo, a las defensas inmunitarias... y ahora sabemos que el plástico estancado en el organismo aumenta el riesgo de cáncer.
Todo esto es conocido, probado y comprendido por los especialistas. Sin embargo, seguimos viendo medios aguacates, plátanos, latas envasadas y sobreenvasadas por grupos de supermercados que se hacen los ciegos ante la catástrofe.
Productos sobreenvasados en plástico, aparentemente para "facilitar la vida" a los consumidores... Cuando veo este sinsentido mientras compro, me escandaliza. No hay justificación para envolver un plátano, o peor, una lata...
Y no es sólo una cuestión de residuos: tanto para el planeta como para los seres humanos, el plástico es una de las peores plagas de nuestro siglo. Ahora estamos hechos de plástico
El séptimo continente
¿Conoces el séptimo continente? Una extensión de varios miles de millones de residuos de plástico en el Océano Pacífico, entre California y Hawái... Su superficie: ¡más de 1,6 millones de km², es decir, 3 veces el tamaño de España!
Pero hay otros, más pequeños, en los océanos Índico y Atlántico. Toneladas y toneladas de envases de plástico, en medio del agua, arrastrados por las corrientes.
Y las consecuencias de esta contaminación marina son enormes: las tortugas, los peces y los mamíferos marinos mueren por comer desechos de plástico, las partículas se desprenden y envenenan a todos los animales marinos que comemos.
Según un informe de WWF del 5 de marzo de 2019, "más de 270 especies han sido heridas a causa de los materiales de pesca abandonados y otros materiales de plástico". La Cadena Alimentaria está contaminada: ¡nos estamos envenenando con el plástico que tiramos!
El plástico no sólo contamina cuando se tira, ¡también contamina cuando se produce! De hecho, para fabricarlo, los fabricantes necesitan petróleo, gas natural o carbón. Luego tienen que destilarlo para recuperar la nafta, craquearla (sometiéndola a un proceso "caliente/frío" de varios cientos de grados), polimerizarla y, finalmente, añadirle aditivos y plastificante...
¡Todo esto para fabricar una bolsa de plástico que sólo se utilizará una media de 20 minutos! Es un desperdicio de energía y recursos.
¿Y sabe cuánto tarda un plástico en descomponerse? ¡450 años para una bolsa, de 100 a 1.000 años para una botella y hasta 5.000 años para un vaso!
Entonces, ¿por qué seguimos permitiendo que los fabricantes produzcan tanto plástico de un solo uso? En 2016, 396 millones de toneladas, es decir, ¡53 kilos por habitante! Bolsas, pero también pajitas, botellas, vasos, platos, cubiertos…
Fuente: plasticseurope.org
¿Por qué se les permite sobreenvasar los productos alimenticios? En una caja de 10 filetes, ¡10 paquetes de plástico! Magdalenas en bolsas individuales, pasteles en mini paquetes, por no hablar de la fruta…
Y sin embargo, existen soluciones para prescindir de estos envases de plástico de un solo uso: pajitas reutilizables en lugar de desechables (de bambú, acero inoxidable, cartón, etc.), botellas de agua reutilizables en lugar de botellas de plástico de un solo uso, paquetes más grandes para pasteles, etc.
Plástico sin petróleo: es posible... ¡y ya existe!
La situación es ya absurda: el plástico es una gangrena que nos envenena... Sin embargo, todo se envasa con él, incluso cuando no hay absolutamente ninguna justificación para ello.
Pero espera, eso no es todo. Hoy en día ya existe un plástico que se fabrica sin petróleo. Está hecho de colza y bacterias... y tiene todas las ventajas:
- Inocuo para el ser humano y la naturaleza
- Más barato de producir
- 100% biodegradable en 18 meses sin dejar micropartículas
- Permítanme decirlo claramente: la solución a la contaminación por plásticos existe, no es cara y podría implantarse a gran escala ahora mismo.
Este tipo de productos cambiarán el mundo, pase lo que pase. Pero para avanzar más rápido y proteger nuestra salud, la de nuestros hijos y nuestros ecosistemas, los gobiernos deben asumir su responsabilidad y liderar el camino para acabar con el plástico que nos envenena.
Pero no crea que el reciclaje nos salvará: menos del 10% del plástico se recicla en todo el mundo. Una gran parte se quema y, sobre todo, cantidades inimaginables acaban en la naturaleza. Después de todo, cada año se vierten 10 millones de toneladas de plástico en los océanos.
Es hora de poner fin a todo esto. ¿Vamos a contaminar nuestro planeta durante décadas? Podemos decir ¡YA BASTA!
Firma la petición para poner fin a los envases de un solo uso para finales de 2022.
Cuanto antes, mejor. Sobre todo, porque hoy en día existen mejores soluciones para nuestro entorno que requieren poco esfuerzo. Pensemos en nuestra salud, en el medio ambiente y en el futuro de nuestros hijos, ¡firmemos!
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