El glifosato es un herbicida ampliamente utilizado en la agricultura para controlar el crecimiento de hierbas y plantas no deseadas.

Preocupantes indicios sugieren que podría estar vinculado a problemas para nuestra salud. Expertos señalan posibles conexiones con diversos tipos de cáncer, trastornos reproductivos y enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la interrupción endocrina.

Además, se plantea que el uso del glifosato impacta en la biodiversidad, afectando especies vegetales cruciales para el equilibrio natural y el sustento de organismos esenciales para la agricultura, como los polinizadores.

Aunque en 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, organismo de la OMS, catalogó al glifosato como "probablemente cancerígeno", las autoridades de la Unión Europea argumentan que la evidencia es limitada.

En 2017 se realizó la renovación de la licencia del glifosato, que tuvo que ser revisada en 2022. En 2023 debido a la polémica generada se realizó una votación con los 27 Estados Miembro donde no se obtuvo la mayoría de votos necesaria para una resolución. Esto obligó a la Comisión Europea a cargar con la responsabilidad de tomar una decisión unilateral y el dictamen sigue permitiendo su uso bajo nuevas restricciones hasta la próxima revisión, que tendrá lugar dentro de 10 años. (No obstante, los gobiernos de los Estados Miembros todavía pueden prohibir su uso a nivel nacional, si así lo consideran)

El mensaje es muy claro. La industria agroalimentaria puede dormir tranquila: el glifosato aún tiene días prósperos por delante.

¡10 años más de contaminación!

El glifosato podría contaminar nuestras parcelas agrícolas durante una década más. Esta es la nueva propuesta presentada por la Unión Europea.

¿Por qué tal decisión?

Nuestros representantes se basarían en las conclusiones de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que estima que este herbicida no presenta un "dominio crítico de preocupación" [7]...

Los lobbies manejan a nuestros líderes... ¡y la ciencia se queda en el olvido!

¿Cómo explicar la posición de la EFSA cuando:

- Los investigadores independientes han estado alertando sobre la peligrosidad del glifosato durante casi 50 años?

- El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC) clasifica el glifosato como "cancerígeno" en animales y "probablemente cancerígeno" en humanos desde 2015?

- El Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm) también indica que el glifosato puede generar estrés oxidativo y daños genotóxicos que aumentan el riesgo de mutaciones y cáncer [9]?

Solo necesitas mirar más de cerca los métodos de investigación de la EFSA para entenderlo...

Para emitir un juicio, el organismo debe primero seleccionar un pequeño número de estudios científicos.

En la cuestión de la genotoxicidad, por ejemplo, la EFSA no ha seleccionado ningún estudio universitario independiente [10].

Concluye así que el glifosato no es genotóxico... ¡Basándose en los estudios elaborados por la industria agroquímica!

Las instituciones eligen confiar en una industria que ha sido sorprendida "mintiendo descaradamente a la ciencia, mintiendo a las autoridades públicas" en muchas ocasiones [11]...

... en lugar de confiar en los investigadores independientes, libres de cualquier conflicto de interés, cuyos estudios sugieren en un 75% el potencial cancerígeno del glifosato [12]!

CONTRA el glifosato: ¡depende de nosotros detenerlo!

Los lobbies químicos aún no han ganado la batalla... ¡Pero estamos jugando contra el tiempo!

¡ES URGENTE si queremos actuar!

Debemos presionar a la Unión Europea para que anuncie la prohibición inmediata y total del glifosato.

Esta petición es una de las maneras. Si quieres que nuestros representantes:

- Tomen en cuenta las investigaciones independientes sobre la peligrosidad real del glifosato.

- Finalmente tomen medidas contundentes para proteger tu salud y la de tus seres queridos.

- Prohíban el uso del glifosato (como muchos de ellos se comprometieron a hacer).

Este es el momento de hacerte oír. ¡Alcemos la voz!

Por nuestra salud, la de nuestros hijos, por la preservación de nuestra tierra y nuestros ecosistemas... Actuemos juntos, firma la petición y pongamos fin al uso del glifosato.